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La teoría de las ventanas rotas
Trabajar, vivir, o convivir en lugares estáticamente bellos y ordenados suele tener impactos muy positivos en el ánimo y comportamiento de la gente. Este es un tema que les he presentado en ocasiones (por ejemplo aquí y aquí) y que Tom Morris desmenuza muy bien en SADGM cuando habla de la belleza como una de las 4 dimensiones de la experiencia humana.
¿Pero qué pasa al revés, con lugares no bellos? Investigadores de la Universidad de Groningen en Holanda realizaron un estudio en torno a lo que llaman "La teoría de las ventanas rotas", que demuestra con casos documentados lo que para muchos puede sonar a sentido común: el desorden provoca más desorden.
"The researchers’ conclusion is that one example of disorder, like graffiti or littering, can indeed encourage another, like stealing".
Es mayor el número de faltas a las normas legales y/o morales en ambientes desordenados como calles grafiteadas o con mucha basura, que en lugares ordenados y cuidados.
Lo anterior respalda las decisiones de alcaldes como Giuliani en NY de establecer políticas de cero tolerancia ante los grafiteros y faltas como tirar basura. Pero sobre todo refuerza la importancia de que los gobernantes se ocupen por mantener las calles no sólo limpias (de basura, grafiti y ambulantaje), sino hacerlas lugares agradables; lo mismo deberían terminar por entender las empresas con sus lugares de trabajo.
Claro, la estética por sí sola no reduce la criminalidad o asegura el éxito corporativo, pero forma parte importante dentro de toda una estrategia. No la descarten, ¡inviértanle! jaja
Vía The Economist
Pichur pirateada de FreeFoto
¿Pero qué pasa al revés, con lugares no bellos? Investigadores de la Universidad de Groningen en Holanda realizaron un estudio en torno a lo que llaman "La teoría de las ventanas rotas", que demuestra con casos documentados lo que para muchos puede sonar a sentido común: el desorden provoca más desorden.
"The researchers’ conclusion is that one example of disorder, like graffiti or littering, can indeed encourage another, like stealing".
Es mayor el número de faltas a las normas legales y/o morales en ambientes desordenados como calles grafiteadas o con mucha basura, que en lugares ordenados y cuidados.
Lo anterior respalda las decisiones de alcaldes como Giuliani en NY de establecer políticas de cero tolerancia ante los grafiteros y faltas como tirar basura. Pero sobre todo refuerza la importancia de que los gobernantes se ocupen por mantener las calles no sólo limpias (de basura, grafiti y ambulantaje), sino hacerlas lugares agradables; lo mismo deberían terminar por entender las empresas con sus lugares de trabajo.
Claro, la estética por sí sola no reduce la criminalidad o asegura el éxito corporativo, pero forma parte importante dentro de toda una estrategia. No la descarten, ¡inviértanle! jaja
Vía The Economist
Pichur pirateada de FreeFoto