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"La calidad ya no vende"
Abraham Geifman habla hoy de los argumentos de venta de un producto en su publicidad. Menciona que las típicas (trilladas) frases de: "excelente calidad" o la "mejor calidad" (o cualquiera de sus variaciones), así como las de "tantos años de experiencia nos respaldan", "excelente servicio", etc., "son líneas que alguna vez fueron diferenciadoras y vendedoras. Hoy en día las Pymes deben comprender que lo mínimo que espera un cliente de cualquier producto o servicio son dichos argumentos, por lo cual ya no representan un argumento de venta".
Yo no lo limitaría únicamente a las Pymes, todavía hay grandes empresas que siguen apelando a este tipo de argumentos. Y a veces esto es síntoma de una pobre (o nula) estrategia y creatividad de comunicación, pero hay otras en donde es el mismo producto o servicio el que resulta pobre o limitado, y eso dificulta encontrarle argumentos para venderlo.
Los casos más evidentes, y simpáticos para mi, son cuando a la hora de enlistar la oferta de productos o servicios, recurren a algo así como: "contamos con tal, tal ¡y mucho más!", cuando muchas veces ese "¡y mucho más!" quiere decir, "¡y ya!, no sabemos qué más poner pero así suena a que sí tenemos mucho que ofrecer". En estos casos igual conviene destacar los atributos de los 2 ó 3 productos que se tengan, claro, siempre que tengan algún diferenciador valioso para el consumidor, en vez de querer impresionar con la cantidad.
Vía PYMEercadotecnia
Yo no lo limitaría únicamente a las Pymes, todavía hay grandes empresas que siguen apelando a este tipo de argumentos. Y a veces esto es síntoma de una pobre (o nula) estrategia y creatividad de comunicación, pero hay otras en donde es el mismo producto o servicio el que resulta pobre o limitado, y eso dificulta encontrarle argumentos para venderlo.
Los casos más evidentes, y simpáticos para mi, son cuando a la hora de enlistar la oferta de productos o servicios, recurren a algo así como: "contamos con tal, tal ¡y mucho más!", cuando muchas veces ese "¡y mucho más!" quiere decir, "¡y ya!, no sabemos qué más poner pero así suena a que sí tenemos mucho que ofrecer". En estos casos igual conviene destacar los atributos de los 2 ó 3 productos que se tengan, claro, siempre que tengan algún diferenciador valioso para el consumidor, en vez de querer impresionar con la cantidad.
Vía PYMEercadotecnia
